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La TIR, o tasa interna de retorno, es una medida financiera que se utiliza para evaluar la rentabilidad de un proyecto de inversión. Representa la tasa de rendimiento que hace que el valor presente neto (VPN) de los flujos de efectivo de un proyecto sea igual a cero. En otras palabras, la TIR es la tasa de descuento que iguala el costo inicial de la inversión con el valor presente de los beneficios netos generados por el proyecto a lo largo del tiempo.
Se considera una herramienta indispensable en la toma de decisiones de inversión, ya que gracias a ella los inversionistas y directivos de un proyecto valoran la viabilidad de un proyecto y deciden si deben proceder con la inversión o buscar alternativas más rentables. Para calcular esta métrica, se deben tener en cuenta los flujos de efectivo generados por el proyecto durante su vida útil. Estos flujos de efectivo incluyen los costos iniciales de inversión y los beneficios netos posteriores. En este artículo te enseñaremos la fórmula de la TIR y un ejemplo de su cálculo.
Para estimar la rentabilidad de un proyecto, se ha diseñado esta fórmula TIR que consiste en igualar el valor presente neto de los flujos de efectivo con la inversión inicial considerando la duración del proyecto. Así pues, te explicamos punto por punto los componentes de la fórmula TIR:
Flujo de Efectivo Neto (FEN): Este valor representa la diferencia entre los flujos de efectivo entrantes y salientes para cada período. Se calcula restando los costos o inversiones asociados al proyecto de los ingresos generados por el mismo. El Flujo de Efectivo Neto puede ser positivo o negativo según si el proyecto genera ganancias o pérdidas.
Inversión Inicial: Es la cantidad de dinero que se invierte al inicio del proyecto. Incluye los costos de adquisición de activos, desarrollo, investigación y otros gastos asociados con el proyecto.
Número de Períodos: Representa la duración del proyecto, generalmente medida en años. Este componente indica cuántos períodos se toman en cuenta para evaluar la TIR.
La TIR puede interpretarse en función de si su resultado es mayor, menor o igual a cero. Sin embargo, queremos recalcar que también es aconsejable compararla con otras métricas relevantes para los proyectos de inversión con el fin de adquirir una visión más global y rigurosa de la inversión que vamos a realizar. La TIR es una herramienta útil y segura, pero no tiene en cuenta todas las variables para sentenciar finalmente si un proyecto es viable o no. A continuación, te contamos cómo puedes interpretar los resultados de la tasa interna de retorno:
TIR mayor a cero: Si la TIR es mayor a cero, indica que el proyecto se espera que genere un rendimiento positivo. Cuanto mayor sea la TIR, mayor será la rentabilidad esperada del proyecto en comparación con la tasa mínima de rendimiento requerida (TMRR). En este caso, se considera que el proyecto es financieramente viable y puede ser aceptado.
TIR igual a cero: Cuando la TIR es igual a cero, significa que la tasa de rendimiento esperada es exactamente igual a la TMRR. En este punto, la inversión inicial es justamente compensada por los flujos de efectivo futuros, y el proyecto se considera que proporciona un rendimiento justo suficiente para cubrir el costo del capital. Si la TIR se acerca a cero, significa que la inversión no va a generar ni pérdidas ni ganancias significativas, por lo que cabría replantear el rumbo de la inversión.
TIR menor a cero: Si la TIR es menor a cero, indica que el proyecto no es rentable, ya que los flujos de efectivo generados no son suficientes para cubrir la inversión inicial. En este caso, se considera que el proyecto no es financiera ni económicamente viable y podría no ser una buena opción de inversión.
Imaginemos un proyecto de inversión que requiere una inversión inicial de $100,000 y del que se espera que genere flujos de efectivo netos anuales de $30,000 durante los próximos cinco años. Utilizaremos la fórmula de la tasa interna de retorno (TIR) para calcular la rentabilidad esperable de este proyecto.
Realizamos los cálculos correspondientes:
El resultado es -92,7% de rentabilidad.
Dado que la TIR es negativa (-92.7%), significa que la tasa de rendimiento interna de este proyecto es inferior a la tasa mínima de rendimiento requerida. En este escenario, el proyecto no sería considerado financieramente viable, ya que los flujos de efectivo generados no son suficientes para cubrir la inversión inicial.
Si bien proporciona una valiosa medida de la rentabilidad de un proyecto, por sí sola no es suficiente para juzgar completamente si conviene o no invertir en un proyecto. La TIR presenta importantes limitaciones, ya que no tiene en cuenta la magnitud absoluta de los flujos de efectivo ni considera factores externos como el riesgo asociado al proyecto. Es por ello que debemos andar con tiento al interpretar métricas de forma aislada. Así pues, conviene combinarlas con otras herramientas financieras como el valor presente neto (VPN), que proporciona una evaluación más completa al considerar la magnitud de los flujos de efectivo y la tasa de descuento utilizada.
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