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En el ámbito laboral, es fundamental contar con herramientas que permitan conocer a los aspirantes a un puesto de trabajo y seleccionar a quienes mejor se adapten a las necesidades y cultura de la empresa. Entre estas herramientas, las pruebas psicométricas han ganado un lugar destacado por su capacidad de proporcionar información valiosa sobre las habilidades y características de los candidatos. A continuación, se abordará la utilidad de las pruebas psicométricas, sus objetivos, diferencias entre test psicométrico y evaluación psicométrica, así como los distintos tipos de pruebas y ejemplos de las mismas.
Las pruebas psicométricas son herramientas que sirven para medir diversas habilidades de las personas. Suelen aplicarse, en este sentido, para evaluar rasgos de personalidad, aptitudes, inteligencia y maneras de enfrentar diferentes situaciones, por lo que se centran aspectos cognitivos, conductuales y emocionales. Este tipo de pruebas se utilizan en diversos ámbitos como la educación y la evaluación clínica, pero son más comunes en los procesos de reclutamiento y selección de personal que realizan las empresas.
Los resultados de las pruebas no se valoran como buenos o malos por tratarse de mediciones cualitativas; sin embargo, permiten identificar aptitudes y habilidades para el trabajo, así como predecir el desempeño en este. Esta primera imagen es importante para los departamentos de recursos humanos, puesto que permite comprender el perfil del aspirante, así como la toma de decisiones en torno a su contratación.
Como puede verse, las pruebas psicométricas intentan brindar una aproximación a la inteligencia emocional, el coeficiente intelectual y otras capacidades de las personas. En el ámbito organización, por tanto, se justifica su aplicación debido a diversos objetivos que permiten elegir a los mejores candidatos dentro del mercado laboral. Estos objetivos son:
Identificar capacidades, competencias, valores, aptitudes, gustos, entre otros.
Estimar el potencial y reconocer las limitaciones de cada persona en cuanto a lo que espera la empresa de ella.
Predecir el rendimiento y el comportamiento de los aspirantes a puestos de trabajo.
Orientar a los especialistas en recursos humanos en los procesos de reclutamiento y selección.
Las pruebas psicométricas para reclutamiento, entonces, se erigen como una referencia para los reclutados, quienes deben elegir a la persona idónea para una adecuada adaptación a las dinámicas y cultura de la empresa, así como establecer rangos mínimos de desempeño según el puesto ofertado.
Las diferencias se encuentran en la manera en que cada uno, tanto test como evaluación, se acercan a lo que desean medir.
Test psicométrico. Se caracteriza por preguntas que contemplan respuestas correctas e incorrectas. Se utiliza este tipo de testo cuando se desea medir las aptitudes, la capacidad de razonamiento lógico, entre otros.
Evaluación psicométrica. Las preguntas, al ser más abiertas, buscan indagar cómo el postulante comprende determinados puntos en función de ciertas afirmaciones.
Hay diversos tipos de pruebas psicométricas para cada ámbito que se desea evaluar. Estas son:
Pruebas psicométricas cognitivas. En este tipo de pruebas, se evalúan el razonamiento verbal, el razonamiento matemático, la abstracción y el pensamiento crítico.
Test de habilidades cognitivas. Este tipo de test se centra en las habilidades específicas para determinados trabajos, por lo que se busca conocer la comprensión de secuencias lógicas, la identificación de patrones, la comprensión de diagramas y cultura general.
Exámenes de conocimientos. Las pruebas de este tipo buscan indagar en los conocimientos que ha adquirido el candidato a través de los estudios y la experiencia profesional. El objetivo es medir la aplicación de conocimientos en tareas específicas como el manejo de software y control de procesos.
Pruebas psicométricas de personalidad. El objetivo de estas pruebas es detectar cualquier posible trastorno o patología mental. En esta línea, se utilizan indicadores de autoconsciencia, estabilidad emocional, extroversión e introversión, así como la amabilidad o la hostilidad.
Test de habilidades blandas. Este tipo de habilidades son fundamentales para el adecuado desempeño en el ámbito laboral. Es por esto que las empresas aplican test para medirlas, puesto que es necesario saber si el candidato cuenta con habilidades para el trabajo en equipo, la autogestión, la resolución de conflictos, la tolerancia a la frustración y la comunicación asertiva. También se indaga en la empatía y el liderazgo. Se suelen aplicar, asimismo, exámenes para evaluar la aplicación práctica de estas habilidades.
Test de Terman Merrill. Evalúa y establece el coeficiente intelectual o CI (coeficiente de inteligencia).
Test de Raven. Es una prueba no verbal que, a través de matrices progresivas, permite medir e la inteligencia y el razonamiento abstracto.
Test de Moss. Este test permite identificar habilidades en torno al liderazgo. Mide la destreza en la supervisión, la toma de decisiones, evaluar problemas, sentido común y la manera en la que se llevan las relaciones interpersonales.
Prueba de Cleaver. Se trata de una prueba que indaga en las características de una persona y su capacidad para desenvolverse con eficiencia.
Prueba psicométrica de SJT. Permite evaluar la capacidad para elegir la acción más apropiada para la empresa.
Test psicométrico 16PF. Evalúala seguridad y el carácter emprendedor de una persona, por lo que se estima el grado de suspicacia o desconfianza frente a lo contrario.
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