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Este procedimiento quirúrgico, que crea una abertura en el cuerpo, supone un cambio en las personas que son intervenidas debido a afecciones como el cáncer, enfermedad inflamatoria intestinal o lesiones traumáticas. A lo largo de este texto, exploraremos en detalle los tipos de ostomía que existen, las razones que llevan a realizarla y cómo puede impactar en la vida de estas personas.
Además, abordaremos aspectos relacionados con el cuidado y mantenimiento de la ostomía, y sus prácticas más adecuadas para mejorar la vida diaria. La presencia de una ostomía supone un impacto significativo que necesita comprensión y tiempo para adaptarse a ello. El objetivo de este post es brindar una visión comprensiva sobre la ostomía de forma integral, con orientación y apoyo a quienes se enfrentan a esta realidad.
Una ostomía, o también llamado estoma, es un procedimiento quirúrgico de abertura en la piel abdominal cuando ocurre algún problema que no permite que una parte del cuerpo funcione correctamente. Este tipo de cirugía, como es la ostomía, se realiza entre los intestinos y la pared abdominal. Cuando algunas enfermedades afectan al aparato urinario o aparato digestivo, es necesario intervenir y modificar la anatomía natural de algunos órganos, como en este caso el intestino. Por tanto, se produce la cirugía de ostomía que crea el estoma (la abertura abdominal) que deriva la salida de heces.
Existen varias partes que forman la cirugía de ostomía. Veamos cómo está formada:
Para comprender en profundidad qué es la ostomía y su impacto, es importante conocer las clasificaciones que pueden originar según la solución, órgano intervenido o permanencia. Veamos:
Intervenido el aparato digestivo, el tipo de cirugía será:
Es necesario saber que dependiendo en qué parte del intestino se haga el estoma, las heces que se produzcan pueden tener una u otra consistencia, pudiendo ser pastosas, sólidas firmes, semilíquidas o líquidas. Esto será en función del agua que sea capaz el intestino de absorber. Y, además, pueden variar en acidez o cantidad.
Intervenido el aparato urinario, el tipo de cirugía será:
Como hemos mencionado, cuando alguno de los órganos de nuestro cuerpo no funciona correctamente, es necesario intervenir y modificar la anatomía del cuerpo para buscar una solución y seguir viviendo. En este caso, estamos hablando de la ostomía. Veamos las razones que llevan a realizar esta cirugía:
Para que la intervención quirúrgica salga correcta, no surjan complicaciones y favorezca la recuperación, es aconsejable seguir las siguientes recomendaciones:
En la abertura abdominal se colocan dos aparatos. El primero, la oblea, se adhiere a la pared abdominal con adhesivo, y el segundo, la bolsa, que es quien coge y sostiene las heces. Al ser desechable, se puede vaciar la bolsa y reemplazar por otras nuevas. Es un sistema seguro, inodoro y pocos accidentes se producen. La ostomía se coloca mejor en una porción plana en la parte frontal abdominal, examinada previamente por el cirujano o enfermera quirúrgica al revisar la instrumentación quirúrgica que se posee.
La recuperación tras una ostomía supone aprender a controlar el efecto de los alimentos, reanudar poco a poco las actividades físicas, recreativas y sexuales. Es importante estar acompañada/o por un entorno empático, ya que la persona operada puede pasar por periodos de cambios importantes como pérdida o ganancia de peso. Y, por otro lado, para que no haya complicaciones o infecciones grandes, hay que cuidar la piel periestomal y su higiene va a formar parte de la nueva rutina diaria. Vivir con una ostomía requiere de un gran periodo de aprendizaje y adaptación. El equipo médico proporcionará la ayuda y el apoyo necesario en cualquier momento.
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