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En los últimos años, la técnica de bordar a mano ha resurgido, cautivando a un público de todas las edades y niveles de habilidad. Se ha vuelto una expresión artística única y un medio para desconectar de la rutina diaria y sumergirse en la calma y paz que transmite esta creatividad manual. Se caracteriza por una delicadeza de aquellos hilos que dan vida a patrones y diseños asombrosos. Podemos encontrar desde elegantes motivos florales hasta perfectos diseños geométricos, donde todas las puntadas a mano cuentan una historia, reflejando la personalidad y la pasión de quienes disfrutan de esta artesanía textil.
Se ha convertido en un pasatiempo creativo y relajante que se puede trasportar a cualquier parte y solo hace falta algunos materiales básicos. Puedes crear diseños en un lienzo pintado o en blanco, y después convertirlos en un objeto decorativo como parches bordados caseros, llaveros, almohadas, marcapáginas o bolsos. La popularidad de la técnica de bordar a mano abarca tanto la estética única que produce el diseño como sus beneficios terapéuticos, como veremos más adelante. Introducirte en el bordado artístico proporciona una experiencia gratificante que va más allá de la confección.
Si estás interesada/o en bordar a mano, lo ideal es comenzar con las puntadas de líneas, que son utilizadas para delinear formas. El paso posterior a manejar esta técnica de bordado, es practicar las puntadas de línea con detalles y con texturas. Cuando consigas el manejo de estas puntadas, podrás pasar a la segunda fase de aprendizaje para bordar a mano: rellenar las áreas entre las líneas, es decir, el coloreado del diseño textil del bordado.
Si aprendes alguna de estas puntadas básicas, podrás dar comienzo e introducirte en el bordado creativo creando grandes proyectos.
Es la puntada más fácil que hay. Se inserta la aguja por detrás de la tela, de abajo a arriba, así se forma una línea y se inserta la aguja nuevamente, de arriba a abajo.
Punto atrás (cordoncillo)
Es algo más complicado que el anterior. Se adapta muy bien a las líneas de bordado curvas, y a las rectas. Hay que pinchar el agua desde abajo hacia arriba delimitando una línea y luego se saca la aguja dentro del espacio del punto anterior. Así, se forma un cordoncillo continuo.
Es de las más básicas y sencillas de aprender. Se cruza la primera y la segunda puntada recta, y si se combina con otra puntada recta, se forma el punto armiño.
Una forma decorativa fácil de hacer y muy llamativa. Se realiza una puntada recta y un punto de cruz, y así se forma una cola de armiño.
Se trata de formar un patrón repetido de líneas paralelas.
Se trata de una de las puntadas decorativas que se suele aprender primero ya que realiza una gran variedad de decoraciones con relieve. Es necesario usar las dos manos: se da la primera puntada, se enrolla el hilo de bordar alrededor de la aguja, y pinchar en cualquier lugar, entre una y tres veces.
La técnica de bordar a mano es una artesanía tradicional evolucionada como un pasatiempo en la actualidad, como hemos visto. Gracias a sus puntadas a mano, obtenemos decoraciones preciosas con todo tipo de tejidos y prendas. Pero, ¿qué materiales hacen falta tener para empezar en este mundo? No son muchos accesorios, ya que puedes realizar esta actividad donde quieras. Veamos qué necesitas:
Vistas ya todas las técnicas utilizadas para bordar a mano y sus materiales, veamos qué beneficios nos aporta el bordado como terapia creativa:
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