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La administración de justicia en la actualidad está experimentando un periodo de saturación por diferentes motivos, que está haciendo que muchas personas apuesten por resolver sus disputas mediante métodos extrajudiciales o alternativos a los tribunales de justicia como el arbitraje. Ahora bien, derivar la resolución de un conflicto a la actuación de un tercero imparcial puede generar recelo entre las personas dirimentes. Por ello, es necesario saber cómo elegir un árbitro para resolver un conflicto para así, otorgar seguridad y confianza a la hora de someterse a arbitraje, uno de los métodos alternativos con mayor proyección ante la actual saturación de la jurisdicción.
¿Listo/a para aprender a elegir al árbitro que resuelva tus disputas?
Seguramente estás interesado/a en conocer todas las claves a la hora de saber cómo elegir un árbitro justo para sus conflictos. Pero ¿Y si le damos una vuelta de tuerca? Efectivamente, tú puedes convertirte en ese árbitro que resuelva los conflictos de otras personas y puedas impartir de algún modo justicia en las materias objeto de arbitraje. Para ello, tienes que tener una formación en la que acabes dominando las diferentes técnicas de resolución de disputas, todos los efectos legales del laudo arbitral o todo lo referente a la dinámica de resolución de conflictos. Si estás interesado/a aprovecha la oportunidad y fórmate con el curso de arbitraje de Euroinnova International Online Education.
A la hora de afrontar cómo elegir un árbitro que se ajuste a las necesidades que demanda el propio conflicto tienes que tener en cuenta diferentes aspectos.
Inicialmente, debes realizar un análisis de todos los aspectos que rodean al conflicto, para hecho tendrás que identificar los temas que serán objetos de discusión, la rama del derecho a la que pertenecen o si, además guardan relación con otras. Una vez afrontado este análisis previo, tendrás que elaborar una lista con los árbitros que mejor se ajusten a estas características.
Llegados a este punto ¿Cómo elegir un árbitro que resuelva tu conflicto? Atiende a las siguientes claves:
Una vez identificada el área o áreas en las que surge el conflicto, es necesario que elijas un árbitro que domine la rama del derecho correspondiente, aunque pueda parecer un aspecto muy evidente. No son las mismas circunstancias las que rodean a un conflicto en el ámbito laboral que en el ámbito civil. Así, un ejemplo de arbitraje judicial en una disputa sobre la custodia de los hijos difiere mucho de aquella que surge de un despido improcedente.
Además de conocer el derecho aplicable en una área, a la hora de elegir cómo elegir un árbitro tienes que tener en cuenta que cuanta mayor especialización más justa será la decisión arbitral que se derive de su actuación. En este sentido, un árbitro experto en derecho mercantil puede tener un conocimiento genérico sobre esta área que puede ser menos válido que otro que además esté especializado en derecho concursal, cuando esta sea el objeto de la disputa.
El arbitraje se presume que tiene que hacerse desde la imparcialidad y la independencia como valores principales. No obstante, existen ejemplos de arbitraje y mediación donde pueden surgir conflictos de intereses.
Al respecto, el art.17.1 de la Ley 60/2003 de Arbitraje de 23 de diciembre establece sobre la imparcialidad y la independencia de los árbitros lo siguiente: "el árbitro debe ser y permanecer durante el arbitraje independiente e imparcial" y también establece que "en todo caso no podrá mantener con las partes relación personal, profesional y comercial".
También se ha pronunciado al respecto el Tribunal Constitucional que diferencia la imparcialidad subjetiva (el juez, árbitro en este caso, no ha mantenido relaciones inapropiadas con las partes) y objetiva (garantizar que el árbitro se acerque al objeto del proceso sin prevenciones en su ánimo o sin haber tomado postura en relación con él)
Una de las ventajas que tiene esta alternativa de resolución de conflictos es que el arbitraje permite darte una solución a medida de cualquier disputa. En este sentido, existe la posibilidad de elegir el árbitro, la sede del arbitraje o el tiempo que durará.
No existe limitación en cuanto a las materias susceptibles de ser resueltas por el arbitraje, aunque si se exige por parte de las instituciones arbitrales que actúen bajo los códigos del buen gobierno o respetando las normas internacionales para resolver los conflictos de este tipo. Por ello, a la hora de afrontar cómo elegir un árbitro, ten en cuenta la flexibilidad que tiene a la hora de resolver un proceso diseñado a medida.
Además de la saturación de los tribunales, otro de los motivos por los que muchas personas optan por el arbitraje es ser más barato que un proceso judicial o la agilidad a la hora de tramitar los procedimientos. Además de, en términos relacionados con los costes de un litigio, este proceso es más barato en cuanto al coste que supone para una empresa paralizar su negocio a la espera de resolver un litigio.
En este sentido, a la hora de afrontar cómo elegir un árbitro un aspecto fundamental puede ser el acuerdo al que se llegue para que lleve a cabo la labor de ofrecer una solución a la disputa y el tiempo en el que debe de ponerse punto y final.
Probablemente, existan muchas personas que, aún llegado a este punto, no tienen claro cómo elegir un árbitro adecuado para su disputa. Si es tu caso, te recomendamos también la opción de acudir a una institución arbitral independiente como la Corte Española de Arbitraje.
Aquí podrás ser representado, promocionado y defendido como empresa española antes los conflictos internacionales en los que puedas estar involucrado.
Conforme al artículo 3 de la Ley de Arbitraje, tendrá la consideración de conflictos internacionales aquellos que se produce cuando las empresas implicadas tengan su domicilio en diferentes países, que la relación jurídica que da lugar a la disputa se produzca en el extranjero o o afecte a intereses relacionados con el comercio internacional.
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